miércoles, 26 de enero de 2011

Reflexión sobre Sketches, Drawings, Models & Prototypes

Sin duda, la colaboración intensa entre Diseñadores Industriales e Ingenieros es necesaria para el desarrollo de un producto no sólo exitoso comercialmente, sino bien diseñado. Y por bien diseñado me refiero a la solución más eficiente y balanceada de todas las variables que bien conocemos como función, ergonomía, calidad, forma, etc.

Sin embargo, es común que haya problemas en dicha colaboración y casi nunca es mágica ni rosa. Por experiencia abundante, real, y reciente puedo decir que el verdadero problema está en la comunicación – como bien mencionan los autores de la lectura Sketches, drawings, models and prototypes, cada disciplina tiene sus propios lenguajes y formas de pensamiento.

Una de las formas de comunicación que más se tiene que dar es la de la representación gráfica o tangible del producto que se está diseñando. Los autores citan a Palmer (1987), “una representación está definida como el modelo del objeto que simboliza”. Para efectos de su estudio, los autores presentan una manera de agrupar los cuatro grandes tipos de representación que, tras una investigación cuantiosa, eligieron como los más importantes y generales: bocetos, dibujos, modelos y prototipos.

Explican que los bocetos son el tipo de representación más temprana en el proceso, ya que la fase es conceptual y expresa ideas hechas a mano; para diseñadores es explorar formas y para los ingenieros explicar mecanismos o funciones. Por “dibujos” se refieren a ilustraciones más detalladas, por lo general a color y escala para diseñadores o incluso al grado de especificación de un plano de fabricación para los ingenieros. Como “modelo” se refieren a un objeto tridimensional y tangible que sirve principalmente al diseñador para “pensar con las manos” (Smyth, 1998) y para ubicar dimensiones, ergonomía, pruebas, etc. Los prototipos para ambos son objetos tangibles muy cercanos al producto final, muchas veces fabricado incluso con los materiales finales y sirve para muchas pruebas y ensayos, así como para validación final.

Los autores hacen divisiones más específicas de cada rubro pero siempre con la distinción de “para diseñadores” y “para ingenieros”, y que no es lo mismo.

A mi parecer, si bien es cierto lo que la lectura afirma, no creo que sea correcto seguir haciendo tal distinción a ese grado. No es sano seguir haciendo “más grande la brecha” que hay entre diseño e ingeniería, deberíamos ser uno mismo. Al usar términos como “forma y estética” de un lado y “mecanismo, función y calidad” del otro estamos rompiendo algo que de inicio debería de ir de la mano. En ese sentido no estoy de acuerdo con la manera en que piensan y por lo tanto escriben los autores. En el siguiente link hay un artículo escrito por un ingeniero que es muy interesante y expresa totalmente la idea a la que me opongo. Afortunadamente hubo respuestas más abajo de diseñadores que salieron a defender la postura que sostengo:

http://www10.mcadcafe.com/nbc/articles/view_article.php?articleid=318078&interstitial_displayed=Yes

Es así como se dividen de acuerdo a esta lectura los diferentes tipos de representación usados en el proceso de diseño de un nuevo producto, con algunos aciertos y algunos fallos – pero finalmente se interesan en que haya comunicación más abierta y fácil entre ambas partes. Es lo que yo rescato. El siguiente paso para facilitar esta comunicación sería romper la barrera entre disciplinas en vez de sortearla o acortarla. Quizá algún día exista aquí la carrera de Ingeniería en Diseño Industrial, como en muchos países ya es concebida, ya que en mi opinión los productos estarían mucho mejor resueltos y pensados de esta manera, gracias a una formación más balanceada e integral.

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